lunes, 26 de agosto de 2013

Picoteo por las fiestas de Amurrio 2013

Los gigantes y cabezudos, en un momento de descanso en Iturralde kalea
Picoteo por las fiestas de Amurrio 2013


Terminadas las fiestas de Amurrio, se da paso en esta entrada a la plasmación de algunas imágenes que, de alguna manera, expresen el desarrollo de las mismas los días 9 al 17 de agosto. Por supuesto, su contenido no refleja el general de las fiestas, simplemente es un pequeño enunciado de las mismas.
Lo que sí es intención de esta entrada es el abordar y preguntar cuál es el “porqué” de dejar dos días en blanco entremedio, sin acto alguno.



                                                      El “bicho”, de nombre "Iguarrako", que el día del txupinazo se resistió a visitar la plaza del pueblo. Hubo que dejarlo para el siguiente día en que, finalmente, se le pudo acercar a la misma. ¡Cosas de los engranajes escénicos!






Marigabon y Mariaka celosos de que los asistentes a la función eucarística no sean perturbados.


Al lado, los 12 enanitos cabezudos (si no se ha escapado alguno) esperan expectantes a la salida de la misa



La pregunta clave podría ser si tal situación y próximas venideras, es consecuencia de querer amoldarse a los dos días religiosos (Nuestra Señora de la Asunción y San Roque) que fueron en origen los “causantes” del nacimiento de las fiestas patronales de Amurrio. Todo ello, claro está, unido a la cercanía de las fechas festivas con las de otras localidades más o menos próximas.

jueves, 22 de agosto de 2013

Bilbo: Aste Nagusia y Marijaia


Bilbo: Aste Nagusia y Marijaia 
Estos días, en que la mayoría de las y los conciudadanos y visitantes de Bilbo están inmersos en las ¡populares! fiestas de la capital bizkaitarra, son propicios para recordar cuándo y cómo surgieron y de dónde pudo venir la inspiración para crear el personaje y la imagen de Mari Jaia.
Estas fiestas son “populares” a diferencia de las de la etapa que le precedió –en plena dictadura franquista– donde el eje de su diseño tenía su inicio y final en el propio gobierno del Ayuntamiento, institucionalizándolas, sin dejar resquicio alguno para la participación ciudadana. Es decir, imposibilidad absoluta o, peor, prohibición absoluta para que los vecinos, mujeres y hombres de Bilbo, pudiesen tomar parte activa en el diseño del programa festivo de lo que entonces se denominaba “Semana Grande”, con los festejos enfocados en torno a los toros y sus corridas de abono, teatro, ópera, circo y para de contar. Eso sí todo de pago, por lo que dejaba de lado a la mayoría de la población.
Pese al cambio político (muerte del dictador –año 1975–, celebración de las primeras elecciones democráticas en junio 1977) los últimos ayuntamientos franquistas no veían con buenos ojos que la profusión de los distintos colectivos o asociaciones populares de todo tipo, nacidos al albor de la nueva etapa que daba comienzo, quisieran también participar aportando sus inquietudes o puntos de vista de lo que tienen que ser unas fiestas –especialmente unas fiestas populares– en las que la participación es crucial para el éxito de las mismas. Así que, pese a los nuevos tiempos que se avecinaban (políticamente hablando), el Ayuntamiento de Bilbo parecía querer seguir con el mismo tono de imposición o control en la preparación y disfrute de las fiestas: foco de diversión de la ciudadanía.
Fotografía del diario Deia 18-08-2013

domingo, 18 de agosto de 2013

¿Siente Amurrio la bandera nacional de los vascos?



 



 El balcón del Ayuntamiento es motivo de engalanamiento con los colores nacionales sólo en vísperas (y durante) de dar comienzo a las fiestas patronales del pueblo




 
¿Siente Amurrio la bandera nacional de los vascos?
Al Ayuntamiento de Amurrio se le ve pusilánime o con poco gas cuando se trata de defender o, mejor, de demostrar su apego a la bandera nacional de Euskal Herria.
La anterior corporación (EA), ante el ultimátum de la sentencia judicial que le obligaba colocar por “imperativo legal” la enseña de España, acató la misma colocándola en el tejado de la fachada, junto con la nacional o bicrucífera. Ambas en pequeño tamaño, aunque de menor tamaño la española que la vasca. (Ver la entrada La megalomanía del Sr. Alcalde (y IV)). (Así pues, en Amurrio la bandera bicrucífera ya no ondea su colorido alegremente, pues desde hace 4 años le obligan a compartir el espacio aéreo con la bandera de España, en lo alto del tejado central de la Casa Consistorial).
Luego para desquitarse de esta imposición, alzó un mástil en uno de los rincones de la plaza del ayuntamiento, donde la bandera nacional –también conocida como ikurrina– voltease sus tricolores a los cuatro vientos. Y ahí está. Sin embargo, el intento no ha sido del todo un acierto, pues apenas es percibida visualmente (más parece estar castigada), ya que el ramaje arbóreo que la ahoga dificulta su visión. A lo sumo, solo es vista desde el despacho de la alcaldía.
La actual corporación, con su alcaldesa (EAJ/PNV) al frente, está obligada –dicho sin presión alguna– a corregir esta poca sensibilidad para con la exaltación y enarbolamiento de la bandera tricolor vasca.
No hay que desplazarse muy lejos para contemplar cómo han solucionado o replicado a la sentencia que obligaba a poner una bandera que no representa los sentimientos de la mayoría de las y los vascos y, por tanto, no querida. Para eso han optado por espacios abiertos, prominentes, que dejan ver la bandera querida por la mayoría de las y los vascos, desde muchos ángulos visuales.
En Amurrio, concretamente en su Ayuntamiento, parece que no existen pensantes que se hayan dado cuenta de esto. Es más, ahí languidece el soporte en la entrada del frontón municipal que, por cierto, hasta hace poco hacía de mástil un tubo alargado de pvc, pero sin bandera que echarse. Otro ejemplo son los tres mástiles, en el recinto descubierto de las piscinas, desnudos de las telas identitarias, más ahora que el mismo abre sus puertas por la temporada de verano y al que acuden gentes de otras latitudes. (Ahora son dos, los mástiles en pie. El otro está caído en el suelo).
En cambio, el club de fútbol de la localidad es la única institución que no convierte en espantapájaros a los mástiles de sus instalaciones, engalanándolos cuando acontecen actos deportivos. (Entrar en Tres tristes mástiles y una pista de tenis donde se explica esto último).
Diríase que el barniz abertzale o al menos el de “nacionalista vasco” es menos intenso según sea mayor la distancia a la costa. No hay más que ver, cuando uno se desplaza y visita los pueblos costeros –y no costeros–, a la ikurrina disfrutar de los enclaves más acordes con lo que ella representa. Allí la tricolor prolifera y destaca en sitios preeminentes para que sea avistada y vista desde muchos lugares. Incluso también ha sido y es izada en montes y pequeños picos para ser contemplada desde kilómetros de distancia.
 

La bandera bicrucífera ondea sus colores en lo alto de las cimas de los montes Kukutza (El Castillo) -Municipio de Arakaldo- (izda.) y Montaño -Municipio de Muskiz-(dcha.)


miércoles, 14 de agosto de 2013

El Cinturón de Hierro en Ugao-Miraballes






Señal indicando el recorrido


  

Señalando desde el mirador-atalaya el pinar donde los fortines del CdH esperan a esta visita guiada
 


El Cinturón de Hierro en Ugao
La mañana del día 16 de junio de 2013 se presentaba apetitosa, llena de intriga de novela policiaca. Ya desde primeras horas de la mañana de este día los accesos al pueblo de Amurrio se fueron cortando para todo tipo de vehículo rodado. No sólo las entradas, también las salidas del pueblo fueron bloqueadas. Por un momento el centro de Amurrio todo, se había convertido en un desierto donde brillaba el gris del suelo: el gris del asfalto, el gris de la zona de estacionamientos, el gris de las aceras.
Por un día, Amurrio disfrutó del día sin coche. La incomunicación motorizada del pueblo fue total. Tal es así que faltó poco para no poder salir para desplazarnos a la localidad de Ugao-Miraballes, donde a las 10:00 se iniciaba la visita guiada para ver in situ los fortines y trincheras del perímetro defensivo conocido como Cinturón de Hierro, que fueron construidos en los montes cercanos a la villa de Miravalles.
La razón de este “sitio” amistoso, vivido a primera hora de este día que se presentaba caluroso, era la celebración de la fiesta de las ikastolas arabarras (Araba euskaraz) en su desembarco en Amurrio, en la Tierra de Ayala/Aiara Herri. Dicho eslogan, para este lugar de Amurrio, debiera traducirse Aiara euskaraz, si nos atenemos y hacemos honor a la propia y larga historia de siglos de provincia independiente de esta Tierra.
Salvado el escollo de salir de Amurrio, no hubo problemas para llegar a Ugao. Desde la salida de Laudio/Llodio un cable con unos grandes clavos equidistantes unos de otros, anclados al suelo, recorría una orilla de la carretera con el propósito –según los entendidos– de medir la profundidad de la posible existencia de gas en el subsuelo para extraerlo con la técnica de fracturación hidráulica llamada fracking.
 

Iglesia de San Bartolomé

                      Casa Consistorial y Ayuntamiento de la Noble Villa de Ugao-Miraballes


Llegados a la plaza del Ayuntamiento y de la iglesia, pues ambas instituciones la comparten, unos minutos de espera y tras la explicación introductoria en la misma plaza, la comitiva montañero-cultural o viceversa compuesta por 57 personas inició el camino guiado, atravesando el puente sobre el río Nervión, junto al Ayuntamiento, para ascender al mirador. (El domingo anterior, 9 de junio, en la primera visita guiada, estuvieron 77 personas con la compañía de un día más propio del invierno: lluvia y frío. Todo ello forma parte de la 2ª Semana Histórica del Cinturón de Hierro de la Villa de Ugao 2013 que se tradujo en distintas conferencias y dos visitas guiadas en sendos domingos).