jueves, 15 de marzo de 2012

Loa al solitario nogal de Arespalditza

En el inicio del Camino de los Difuntos
Loa al solitario nogal de Arespalditza

      El día 25 de febrero del año en curso, al acercarme a Arespalditza, a la presentación del mapa toponímico del municipio de Aiara/Ayala, tuve la tristeza de no verte donde siempre habías estado. Te habías ido; nos habías dejado. (Por cierto, si alguien quiere hacerse con algún ejemplar de dicho mapa toponímico, estoy seguro que el simpático alcalde que dirige los destinos del citado municipio, estará encantado de complaceros).
     Desde que hace unos años urbanizaron la finca utilizada como prado, perteneciente a la Iglesia de detrás de la casa cural, que fue vendida por dicha institución para sufragar el coste de la renovación de toda la cubierta de la iglesia, te quedaste solo pero impertérrito. Ahí, en tierra de nadie, como si fueras un desahuciado de este mundo.
Al fondo, el Asilo de la Fundación Alday
      La urbanización de adosados Zubito que ocupa el lugar anterior, propició que el camino conocido como de los Difuntos se ensanchara, creándote la situación frágil y peligrosa de quedarte en medio de la vorágine de los automóviles de entrada y salida de dicho camino –ahora carretera– de los Difuntos a la carretera que va a Murga y Markixana. Aún así, la pericia de los conductores o la suerte ha querido que sobrevivieras a todos estos años.
       Recientemente creció frente a ti otra urbanización de casas adosadas de arquitectura “estilo vasco”, bautizada Done Bikendi, en honor al topónimo “San Vicente” del lugar que ocupa.
       Tu desgracia, tras ser separado de tus congéneres, ha girado en torno al deambular de los coches que te rodeaban, haciendo que tu vida se fuera apagando, más que por viejo, por tristeza. O, tal vez, fuera uno de esos coches que de continuo te rodeaban hasta marearte quien acabó con tus ya pocas ganas de vivir.
       … Un montón de gracias por dejarte querer, el tiempo que estuviste con nosotros.
 Frente a la nueva urbanización Done Bikendi, en obras
     … Un montón de gracias por alegrar los alrededores, donde naciste, creciste y, finalmente, moriste o no te dejaron más vivir.
      Estarás siempre en el recuerdo de los arespalditzarras de toda la vida y también de los recién llegados que te conocieron.
Nota: Las fotografías son del 20 de abril de 2008.

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